|
Y tomad el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; Orando en todo tiempo con toda oración y suplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; Efecios 6:17-18 En muchas ocasiones escuche a mis pastores mencionar el devocional diario que cada cristiano debe realizar. Al principio no entendía bien de que se trataba. ¿Era acaso como tener un culto chiquito como el domingo? ¿No sería esto algo aburrido y caería en la repetición sin sentido? Más adelante me imagine que esto solo lo hacía la gente muy pero muy entregada al Señor, como pastores, ancianos y misioneros. La verdad es que no sabía de que gran bendición me estaba perdiendo. Un día sentí el anhelo de buscar a Dios en su casa de oración y fui yo solo a orar. El Espíritu Santo me había estado recordando sobre algunos pecados que tenia por ahí sin confesar. Yo le dije a mi Dios Perdóname Señor. ¿Que puedo hacer para dejar las cosas que no me convienen y que me alejan de ti Señor? El Señor inmediatamente me contesto ¡Pasa tiempo con migo a diario y a solas!. Wow dije yo. Que mejor Maestro que el Maestro de Maestros. Gracias Señor; dije, nos vemos el Lunes. Ese mismo lunes a las 8:15am estaba en mi oficina. Tome mi Biblia y comencé a orar o mas bien a platicar con mi Rabí, así le digo de cariño, ¿Por donde empezamos? Sentí que su respuesta fue, por mi vida, aprenderás por mis palabras y mis hechos. Yo ya había leído la Biblia pero ahora fue diferente, solo leí los primeros dos capítulos de Mateo, lentamente, deleitándome en su palabra, subrayando cosas que no había visto antes, después cante una alabanza y ore por unos nuevos hermanos en la fe que el Señor me había puesto para echarles el ojo y animarlos. Listo a las 8:45 ya había terminado. Fue una experiencia hermosa que volví a repetir una y otra vez. Hoy en día paso mínimo una hora con mi Señor lo cual me da fuerza y me da vigor para seguir adelante. Si eres Cristiano y no tienes un devocional diario, ya sea en familia o a solas. Yo te animo con amor a que lo tengas. Si en tu familia no se pueden poner de acuerdo en el horario, realízalo tu solo, créeme que Jesús quiere ser tu Rabí, tu Rabí personal. Hno. Mario. |